Habilidades del Terapeuta Gestalt

Habilidades del Terapeuta Gestalt

Todo modelo de formación en cualquiera de las áreas de la psicoterapia requiere adquirir distintas habilidades para poder aprender las destrezas necesarias.  La Terapia Gestalt Aplicada no es la excepción.

En mi experiencia como académica y formadora de terapeutas durante ya varios años, he podido observar, que los estudiantes quieren herramientas para poder resolver diferentes problemas que se presentan en su práctica profesional o que observan en los conflictos relacionales de las personas.

Las estrategias son importantes y son una guía y un mapa que nos orientan hacia la intervención de algunos casos. Uno de los grandes retos como formadora de terapeutas es transmitirles, que cada proceso terapéutico es un traje hecho a la medida. Es la confección de un ropaje específico a la talla, medida y volumen del individuo que lo porta. 

La intervención fría, sin apreciar la teoría, la formación del vínculo terapéutico no tiene un efecto a largo plazo en el desarrollo, cambio y crecimiento de los seres humanos. Cualquier cambio por pequeño que sea, lleva su tiempo. Formarse como terapeutas y adquirir las herramientas y conocimientos, además de aplicarlos y obtener esas aptitudes lleva también un tiempo, es un proceso.

El solo hecho de entrar a estudiar una escuela terapéutica es una experiencia transformadora para quién lo estudia, lo comprende y lo aplica.  Solo mediante nuestra transformación, el cambio de paradigmas y cuestionamientos constantes es posible, ponerlos al servicio de poder facilitar su proceso de crecimiento. Ana Giorgana (2022)

Este artículo tiene como objetivo mencionar algunas de esas habilidades dentro del marco de la Terapia Gestalt como un proceso sostenido de estudio y de compromiso.

Los 4 pilares para una formación de un Terapeuta.

Ninguno de los pilares que expondré a continuación pueden saltarse para la práctica profesional terapéutica. Lo primero que tenemos que comprender que nuestras acciones terapéuticas impactan en la vida del paciente y de sus campos relacionales. El compromiso ético y social de nuestro quehacer es una gran responsabilidad del profesional de la salud mental o calidad de vida emocional.

Somos agentes de cambio no solo personal sino social y ello, requiere cobrar conciencia de lo significa nuestra tarea profesional práctica terapéutica. Nuestra persona es un motor de cambio, estamos sujetos a una observación continua de nosotros mismos. 

Primer Pilar: Una base teórica sólida y profesional.

La formación teórica tiene que estar sustentada en el conocimiento de los orígenes del modelo, el autor, su obra y colaboradores. Las diferentes escuelas que sustentan sus constructos. Los conceptos, su evolución, el desarrollo de hipótesis, las líneas de investigación y cómo se observan en la práctica. Además, de un saber sobre las posturas de los autores clásicos y modernos que dan luz y figura a nuestras intervenciones.

Segundo Pilar: El desarrollo personal

Estar atentos a nuestros procesos. Vivir los conceptos hacerlos propios. La aplicación de ese modelo de vida, de manera de percibir el mundo a nuestra persona y estar en consonancia y en congruencia con nuestras maneras de estar en el mundo relacional que se nos impone como una necesidad. La vida social y con los demás es imprescindible en nuestra vida afectiva.

Tercer Pilar: la psicoterapia personal

Vivir la experiencia del modelo por un experto que muestra su aplicación en nuestros temas, vivencias y lo que significan. Vivir y experimentar la Gestalt, en este caso, en nuestra persona es una condición en la construcción de convertirnos en terapeutas, el proceso es integral. La Psicoterapia Gestalt es, en suma, un estilo de vida que articula nuestra visión del mundo, el diario vivir y el quehacer profesional.

Cuarto Pilar: La supervisión

Un eje fundamental en la práctica clínica someter nuestro trabajo a otros colegas como una vía de aprendizaje corresponde a mejorar nuestras intervenciones y mirar cómo estas promoviendo el proceso, además, de algunos otros temas personales que pudieran entorpecer o favorecer el proceso con los pacientes.

La supervisión, además, nos provee de bibliografía y temática, estudio de aquellas investigaciones para tomar en cuenta sobre trabajos de otros profesionales que nos orientan a conocer novedosas posturas y formas de intervención.

En el proceso de la supervisión comprendemos muy bien el concepto de Resonancia. La resonancia es un proceso que surge y se estudia desde la Terapia Sistémica y que consiste en detectar los factores personales que son afectados por el terapeuta en relación a la temáticas y dinámicas de los pacientes. No hablamos de la tan conocida “transferencia” planteada por Freud, sino de un proceso en el “aquí y ahora” con las experiencias humanas de otros.

Mediante la supervisión, cobramos conciencia de la verdadera práctica profesional, no olvidemos que somos activos partícipes en la co-construcción del proceso que involucra los estilos del paciente y del terapeuta y que, que se encuentran operando en el fondo dando forma y sosteniendo el desarrollo dialogal con el otro. 

Preguntas e indagación sobre nosotros mismos en relación a nuestro trabajo:

  • ¿Cómo me afecta?
  • ¿Estoy en una situación similar a la de mi paciente?
  • ¿Qué me pasa a mi terapeuta con la experiencia de mi paciente?

Habilidades del Terapeuta Gestalt

El objetivo de la Terapia Gestalt, es el “darse cuenta”, estar en conciencia y reestablecer las funciones del Self, la integración y que la persona desarrolle su propia capacidad de vivir de una manera libre y espontánea de acuerdo a sus necesidades e intereses dentro de un marco relacional.

Para la adquisición de estas habilidades se requiere la comprensión de los diferentes constructos y sustentos teóricos y aquí hago referencia a algunos de ellos:

  • Las bases de la filosofía existencial.
  • El trabajo en el ahora.
  • La Teoría de campo.
  • La indiferencia creativa y las polaridades.
  • La relación dialogal YO-TU.
  • La autorregulación organísmica.
  • La concepción organismo/entorno.
  • La intencionalidad de la conducta.
  • El ciclo de la experiencia.
  • Los modos de relación y evitación del contacto.
  • Las funciones de contacto y el Self.
  • La frontera de contacto.
  • El método fenomenológico y la indagación.

La teoría es el sustento de una buena práctica profesional, Kurt Lewin lo ha dejado claro a través de sus diferentes escritos: “no hay nada más práctico que una buena teoría”.  La teorización es necesaria, pero comprenderla y aplicarla nos lleva a la maestría en las intervenciones. 

En mi comprensión, las habilidades del Terapeuta Gestalt quedan resumidos en los siguientes puntos:

1.- La actitud gestáltica

Ser terapeuta Gestalt es una actitud que involucra la presencia, la implicación y el dejarse impactar por lo que sucede en la consulta. Cada encuentro es un acontecimiento único que nos brinda una valiosa información de las personas que nos consultan.

El terapeuta Gestalt es parte del proceso mismo de la psicoterapia. Hablamos de una relación de dos personas en un encuentro relacional, en el que una de ellas, solicita una consulta, pero el terapeuta conoce muy bien, que ambos están implicados en ese encuentro en el ahora, en la situación de la consulta.

Terapeuta y paciente son un diada relacional en un entorno de experiencia y significación de la misma. La misión gestáltica es promover el desarrollo y crecimiento.

2.- Contar con una visión y comprensión del ser humano y sus experiencias:

La filosofía que sustenta a la Psicoterapia Gestalt es la filosofía existencial. Un ser obligado a vivir en conciencia de su propia existencia, capaz de responsabilizarse de sus propias elecciones y la libertad de decidir y asumir las consecuencias derivadas de esas elecciones.

Toda elección implica una renuncia. La madurez consiste en tomar las riendas que implica el proceso de toma de decisiones en la vida personal.

3.- Una clara comprensión de los objetivos Gestálticos:

  • Promover el desarrollo y crecimiento personal.
  • La toma de conciencia y darse cuenta de los propios procesos y elecciones.
  • Estar en contacto con las necesidades propias y las formas en cómo se llevan a cabo o bien, se interrumpe la satisfacción de lo que se requiere.
  • Aceptación incondicional a los tiempos, procesos y ritmos del paciente.
  • Trabajar en el “aquí y ahora” actualizando la experiencia al presente en todo momento.
  • La meta no es curar sino reestablecer las funciones de la experiencia de vida mediante lo que conocemos como el Self.
  •  es promover el 

4.- Desarrollar las destrezas del método fenomenológico.

Dejarse impactar por la experiencia del otro. La fenomenología solo describe y muestra la experiencia en el ahora en su totalidad: cogniciones, sensaciones, experiencia organísmica, introyectos, historia. La conducta se muestra como una Gestalt ante nuestra mirada. La interpretación queda de lado en todo momento.

5.- La indagación versus la interpretación.

La indagación es una propuesta de estudio que se enfoca en las preguntas abiertas. En mi opinión y práctica profesional es uno de los métodos que mejor abren la posibilidad de “pelar la cebolla” como dice Fritz Perls.

6.- Comprender la importancia de los campos relacionales y contexto de la conducta.

Desarrollar esta postura en la comprensión de los fenómenos de la existencia humana permite ver a las personas dentro de su situación. 

Las conductas sostienen los teóricos de la Gestalt está en función del campo que la permite y del contexto y red de relaciones en las que la persona se encuentra inmersa. Contar con una visión más de campo, más sistémica y contextual ayuda a los terapeutas a dimensionar y transmitir al paciente los diferentes momentos de sus conflictos, problemáticas y de cómo es activo participante de la parte que le corresponde en ello. 

Partimos del supuesto que toda conducta es funcional hasta que deja de serlo, ese es el momento en que los individuos llegan a la consulta, sus ajustes creativos anteriores ya no están respondiendo a los campos relacionales del ahora, tal vez, tampoco frente a las nuevas necesidades que se le presentan, sus maneras de contactar están impidiendo un mejor desarrollo y adaptabilidad su medio ambiente o al entorno. 

7.- Toda experiencia tiene que ser validada y aceptada.

La narrativa del paciente es la manera en la que cuenta para trasmitirnos su queja y dolencia. Sabemos que esa es solo una parte de la Gestalt, es la figura del momento pero que tiene una cantidad de fondos que sostienen ese sufrimiento. 

Entramos en contacto con las danzas y movimientos dinámicos de estas figuras difusas, no completada, interrumpidas, en suma, un sinfín de mecanismos a los que somos convocados. 

Validamos, llevamos la atención al presente, indagamos, miramos detenidamente esos cambios sutiles, estamos atentos a la experiencia organísmica, reconociendo en todo momento las formas de contactar o interrupción del mismo. Una destreza que las implica todas.

8.- Realizamos Diagnósticos Dinámicos Relacionales

Nuestra observación trabaja en el ahora. El ahora terapéutico tiene como foco la experiencia del otro. El terapeuta se implica, pero también ha estudiado los elementos que componen la conducta. 

Requerimos de un mapa de orientación en nuestras intervenciones y es ahí, dónde la base teórica sustenta profesión, estudio y formación como terapeutas.

En la Psicoterapia Gestalt los diagnósticos no son fijos, cambian en el proceso: ciclo de la experiencia, modos de relación, así como la serie de líneas diagnósticas que están implicadas en el proceso, solo nombraré algunos, como son: 

  • El diagnóstico intrínseco o estético.
  • El diagnóstico extrínseco.
  • La resonancia.
  • Las flexiones e interrupciones del contacto.

9.- Un proceso terapéutico integrativo

La integralidad y como su nombre lo dice, la Terapia Gestalt es una psicoterapia de contacto, pero que, al mismo tiempo, es integral, sistémica y con una perspectiva de campo y social. El individuo no es el enfermo o el que padece algún trastorno.  El medio social es también un catalizador de las conductas del momento.

No podemos dejar de lado que cada época cuenta con sus propias patologías y disfuncionalidades. Nuestro siglo XXI también ha creado las propias: apegos, dependencias, ansiedad, depresión, conflictos relacionales, rupturas de pareja. La clara comprensión de la época que vivimos es una condición que todo terapeuta tiene que tener muy claro para conocer los alcances de su modelo y los apoyos que requiere de otros especialistas.

10.- El contacto

Los procesos en la frontera de contacto son el foco de estudio en la Terapia Gestalt. El contacto en el momento de la consulta implica los modos y maneras en cómo los terapeutas y los pacientes entramos en relación en el “AQUÍ Y AHORA”, del encuentro terapéutico.

La Gestalt relacional, de vínculo y de campo nos involucra de la misma manera en la co-construcción de lo que denominamos proceso terapéutico y su impacto en la vida de los pacientes y de los terapeutas.

En resumen, me parece que esta reflexión, engloba mis reflexiones:

“Los terapeutas somos un significativo en la vida de los pacientes y los pacientes son un referente en el crecimiento personal y profesional de los terapeutas” Estamos involucrados en un vínculo relacional profesional. Y, este solo hecho, es un privilegio en las profesiones de ayuda. Ana Giorgana (2020)

Otros artículos de interés:

El Self: una función integradora de la experiencia. https://anagiorgana.com/el-self/ 

Líneas Diagnósticas de la Terapia Gestalt

https://anagiorgana.com/lineas-diagnosticas-en-la-terapia-gestalt/ 


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Te dejo liga de un mini curso en el que aprenderás sobre las líneas diagnósticas en la Terapia Gestalt. Desde la introducción al diagnóstico hasta el diagnóstico relacional y sus elementos integradores.

Ana Giorgana

Artículo por Ana Giorgana

Publicado 11 Jul 2022