Autoestima y Terapia Gestalt Aplicada

Autoestima y Terapia Gestalt Aplicada

Durante mi práctica clínica observo con preocupación como la gran mayoría de las personas que consultan sobre su salud emocional, más allá, de su conflicto personal, existe en el fondo un deterioro en su valoración personal, es decir, en su autoestima.

El trabajo con la autoestima es uno de los aspectos que con mayor ahínco se trabaja en las psicoterapias. La Terapia Gestalt al ser una terapia que privilegia el presente y el “aquí y ahora” centra su atención en la experiencia y en la relación entre el terapeuta y el paciente, en la que vemos reflejada de manera invariable las diferentes figuras y fondos en los que se denota una valoración personal baja.

Escuchamos frases, cómo:

  •      “No soy suficiente”
  •      “Tengo miedo a equivocarme”.
  •      “No voy a poder”
  •      “Necesito que me quieran, que me valoren”
  •      “Me exijo demasiado para hacer las cosas bien”

La Autoestima 

Mucha tinta se ha derramado al hablar de este concepto. En mi experiencia, he podido constatar que la autoestima es, ante todo, la valoración personal interna que se tiene uno mismo.

Para Nathaniel Branden uno de los expertos en este tema y cuyo libro se menciona en la bibliografía, la define la autoestima, como:

“la predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de felicidad” 

Por tanto, considero, que la autoestima tiene está en relación directa con tres aspectos importantes:

1.- La identidad.

2.- La valoración personal.

3.- El autoconcepto.

Esta triada conforma es una combinación de varios factores que se adquieren y van tomando forma a lo largo del desarrollo personal y qué está moldeado por las relaciones de nuestro medio familiar o campo relacional desde pequeños.

La identidad, el autoconcepto y la valoración personal influyen de manera importante en las decisiones, elecciones y formas de vida y de contacto que establecemos en el presente. 

Una baja autoestima genera falta de confianza, ansiedad, sentimientos de fracaso y no sentirse merecedor de una buena salud emocional. (Ana Giorgana, 2024)

Por el contrario, una estima alta es altamente flexible y mantiene una actitud positiva e incondicional frente a los avatares de la vida. La autoestima es un termómetro que puede subir o bajar de acuerdo a ciertos momentos vitales. Sin embargo, una gran cantidad de personas se instalan en la vulnerabilidad, el fracaso, el miedo y una sensación de poder ser más o lograr sus propios objetivos.

Dentro de la Terapia Gestalt se trabaja con la autoestima mediante explorar:

  •      La aceptación del físico, las emociones.
  •      Los introyectos.
  •      Los asuntos inconclusos.
  •      Las polaridades.

Engrandecer el autoconcepto

La integración de polaridades es un tema necesario en la Terapia Gestalt. Esta suma de contrarios que habitan en nosotros mismos y que nos generan sufrimiento empequeñecen la visión que tenemos de nosotros mismos.

  •      “no quiero que me vean vulnerable”
  •      “siempre tengo que ser fuerte”
  •      “soy muy perfeccionista”
  •      “soy muy intolerante”

Así sucesivamente, negar poder vulnerable en momentos, rechazar algunas partes del Self en aras de agradar a otros y tratar de cambiar la identidad.

Por ello, la Terapia Gestalt trabaja primero en la aceptación de uno mismo con todo lo que tiene que ver con las tonalidades de nuestra manera de ser, de vivir, de las emociones, pensamientos y creencias. Integrar cada aspecto de nosotros mismos que experimentamos sin culpa, sin sufrimiento y sin dolor.

¿Cómo se construye la autoestima?

La autoestima está en relación directa con los estilos de crianza, modelos educativos, palabras que nos dicen cómo somos, qué debemos hacer, cómo actuar. 

Igualmente, toda persona necesita para una construcción sana de su estima personal: validación, reforzamiento de sus habilidades, capacidades, talentos y fortalezas. Pareciera, a mi juicio, que ese es uno de los grandes problemas educativos, señalar lo que está mal, lo que no nos hace competentes, y al mismo tiempo, salimos castigados por mostrar nuestra verdadera naturaleza.

Por tanto, en el proceso terapéutico necesitamos revisar estas figuras que nos han formado, de qué manera han impactado en nuestra manera de vivir y, sobre todo, cómo cada persona lo ha significado e incorporado en su identidad, autoestima y autoconcepto y de qué manera esos aprendizajes e introyectos, están impactando en una baja valoración personal.

Retomando al autor del libro: Los Seis Pilares de la Autoestima, Nathaniel Branden considera que es importante desarrollar ciertas prácticas que coinciden con el trabajo que realizamos en la Terapia Gestalt, como son:

La práctica de vivir conscientemente: promover el “darse cuenta” y la conciencia del momento presente en nuestros procesos de contacto.

La práctica de la responsabilidad personal: tomar conciencia de y asumir el compromiso de nuestro bienestar y de nuestros procesos.

La práctica de la autoafirmación: detectar nuestras necesidades, fortalezas e iluminar la otra parte de la baja autoestima, descubrir la propia potencialidad.

La práctica de vivir con propósito: una de las grandes preguntas gestálticas, es: ¿para qué haces lo que haces? Es decir, cuál es la intención de ir hacia aquello que requieres.

La práctica de la integridad personal: fomentar el autocuidado del Sí Mismo y la responsabilidad con nuestras relaciones y de los campos de los que formamos parte. ¿Cómo nos relacionamos?

Terapia Gestalt y Autoestima

De acuerdo a los fundamentos de la Terapia Gestalt, mencionaré solo algunos de los que están en relación directa con el tema que nos ocupa y de qué manera están al servicio del trabajo terapéutico con el autoconcepto y la autoestima.

Fritz Perls, en reiteradas ocasiones en sus escritos, menciona:
“Yo he hecho del darse cuenta el eje de mi enfoque, reconociendo que la fenomenología es el paso primordial e indispensable para saber todo lo que hay que saber. Sin conciencia no hay nada, sin conciencia hay vaciedad” 

Este awareness que está en relación directa con la práctica de vivir conscientemente que plantea Branden.

Otra línea a explorar en la Terapia Gestalt con la autoestima se basa en los escritos de Joseph Zinker, que voy a parafrasear en el siguiente párrafo:

 “Para tener mayor conciencia de mí y para tener un mayor desarrollo personal, requiero mirar hacia dentro y en mis procesos de contacto. Para lograr mejores relaciones necesito ensanchar mi autoconcepto. Necesito explorar aquellas partes de mí que no acepto del todo y necesito asumir esas partes de mí que no asumo”.

Estos conceptos están dirigidos al núcleo mismo de la persona, su Self mediante la aceptación, integración de polaridades, entre otros aspectos, que forman el fondo de una autoestima baja.

La Terapia Gestalt promueve estos procesos de la mano con un acompañamiento que se centra en el vínculo entre el paciente y el terapeuta y que forman una relación de apoyo para traspasar dichos sufrimientos, como bien apunta, Laura Perls. 

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Bibliografía:

Branden, Nathaniel. (1990). El respeto hacia uno mismo. Ed. Paidós. México - Buenos Aires.

Branden, Nathaniel. (1995). Los seis pilares de la autoestima. Ed. Paidós. Buenos Aires,

Branden, Nathaniel. (1991). Cómo mejorar su autoestima. Ed. Paidós. México.  

Perls, Frederick S. (1990). Dentro y fuera del tarro de basura. Ed. Cuatro vientos, Chile. 

Perls, Laura.  Viviendo en los límites. Traductor Celedonio Castanedo Secadas. México.

https://es.slideshare.net/slideshow/laura-perls-viviendo-en-los-limites-3a-ed1/97769024

Zinker, Joseph. (1979) El proceso creativo en la Terapia Guestaltica. Ed. Paidós. Buenos Aires. 

Ana Giorgana

Artículo por Ana Giorgana

Publicado 12 Jun 2024