La Terapia Gestalt y el Abordaje en los duelos
Todo proceso de duelo está directamente con una pérdida. Las pérdidas pueden ser diversas desde la muerte de un ser querido, la pérdida de la salud, un cambio de domicilio, la jubilación, el divorcio, la ruptura con una pareja, con amigos, de las mascotas, o bien, también pueden estar en relación con la posibilidad de ser expuesto, quebrantos o situaciones económicas que se han perdido.
Transitar un duelo depende de una gran cantidad de factores:
- Lo significativo de la misma pérdida, objeto o persona.
- La edad en el ciclo vital de la persona.
- El daño que ha quedado en la persona.
- Las habilidades de afrontamiento de la persona para superarlo: fortaleza, autoestima, gestión de emociones.
- La historia de superación en otros momentos de duelo.
- La vivencia del duelo es diferente para cada persona, además, también un duelo u otro en la misma persona no transcurre siempre de la misma manera.
“El duelo es un tiempo de luto necesario para la recuperación de la salud física, emocional y relacional del individuo” Ana Giorgana (2022)
¿Qué es un duelo?
El duelo es un proceso emocional intenso que se vive, cómo se mencionó anteriormente, ante una pérdida. Los duelos suceden porque los seres humanos estamos vinculados, establecemos lazos emocionales con otras personas, con los objetos, con los sueños, con los proyectos de vida, con nuestra salud. Por tanto, ante la pérdida, de ello, vivimos una congoja, una tristeza por ese acontecimiento, persona o situación que ya no está en nuestra vida. O bien, como en el caso de la pérdida de la salud, aprender a vivir con una enfermedad.
Las fases del duelo se han estudiado desde hace algunos años. Elisabeth Kübler Ross, psiquiatra suiza, lo plasmo en su estudio sobre: “la muerte y los moribundos”, haciendo mención a la muerte de una persona. Sin embargo, estas fases también se presentan frente a otro tipo de rupturas.
La autora plantea 5 fases del duelo principalmente:
1. Negación
La negación es la primera reacción ante una pérdida. Se trata de un shock emocional ante la situación. También se puede presentar una forma de congelamiento como si el impacto no existiera.
2. El enojo o la ira
La ira se muestra como una estrategia de afrontamiento ante la situación de la pérdida y sus consecuencias en el diario vivir.
3. Negociación
En esta etapa las personas generalmente desean mantener la esperanza de qué algo podrá salvar la situación. Por ejemplo, enlas parejas, existen varios intentos antes sobrevivir o recuperar la relación antes de llegar a la ruptura.
4. Tristeza y/o depresión
La tristeza es un sentimiento normal frente a estas circunstancias de dolor. Ayuda a ir aceptando la situación actual que se vive. Un proceso de elaboración se inicia para la recuperación. Algunos de sus manifestaciones son el aislamiento, la falta de motivación que llevará un tiempo de vivencia.
5. Aceptación
Finalmente llega la aceptación y empezar a vivir desde otras rutinas, otras maneras de adaptabilidad y cómo se dice en la Terapia Gestalt, realizar nuevos ajustes creativos ante sus campos relacionales.
El cambio, las pérdidas, el cierre de ciclos son procesos naturales en la vida emocional de los seres humanos. Ana Giorgana (2022)
El proceso del duelo no es lineal, se pueden pasar por todas las etapas o quedarse detenidos en una de ellas por tiempo prolongado. Lo más importante es comprenderlo, aceptarlo y saber qué la recuperación no es inmediata y rápida.
La Perspectiva Gestáltica y los Duelos
1.- Modelo del ciclo de la experiencia:
Para transitarlo se requiere tiempo. La energía emocional depositada en esa pérdida puede estar detenida, insensibilizada, o bien, en la retroflexión, de tal manera que la persona sienta culpa por la pérdida.
Es necesario observar, junto con las fases del duelo, en qué momento del ciclo de la experiencia se encuentra la energía para poder movilizar los recursos de la persona para su afrontamiento.
2.- Modelo desde el Self
La observación de la funcionalidad del Self, del Sí Mismo requiere una mirada particular.
La función del Self Ello, que solo está invadido por los sentimientos de pena, dolor, congoja, tristeza no puede dar paso a generar nuevos ajustes creativos o formaciones de figuras para identificar la necesidad del momento. Esta etapa es necesaria y dejar que se exprese para que pueda continuar con el cierre de la experiencia. Esta parte de funcionalidad se relaciona directamente con las diversas emociones que surgen en las fases descritas en el proceso de duelo.
La función del Self Personalidad, que se encuentra detenido, en la culpa, la vergüenza, el enojo, la retroflexión, dejando fuera lo que sucede en el nuevo campo relacional en el aquí y ahora. Centrado en la mortificación por la pérdida. Los enojos, las iras, la hiperresponsabilidad o la proyección de culpas hacia lo sucedido. Aquí también es importante comprender de qué manera está viviendo esa experiencia y cómo está impactando en su interior.
La función del Self Yo va aparejada con el proceso de aceptación y poco a poco ir entrando en su presente con las modificaciones que se requiera en sus ajustes creativos para una mejor adaptabilidad a los cambios de los campos relacionales de la persona.
No olvidemos que el Self es una función integradora de la experiencia, y por tanto, se requiere volver a restaurar su funcionalidad después del proceso de duelo ante la pérdida. Nuestro objetivo es comprender que sucederá tarde que temprano y que, por tanto, nuestra función es estar sosteniendo el dolor, el tiempo que sea necesario en el encuentro terapéutico.
3.- Modelo de los Modos de Relación o Evitación.
Nuestra indagación está en relación directa con la manera en cómo se están dando estas flexiones de contacto en el momento presente.
La confluencia con el dolor e identificación con la pérdida y con lo que ya no es posible en el “aquí y ahora”
La retroflexión que se expresa mediante narrativas culposas, deberías, recriminaciones o alguna otra expresión de sentir una gran responsabilidad por los sucesos. Un gran enojo se expresa en el ahora. Fuertes introyectos se hacen presentes en esta forma de evitar el contacto y el dolor.
La proyección no poder aceptar aun lo que se vive y se trata de encontrar quién hubiera podido hacer algo diferente para aminorar las consecuencias de la situación de duelo.
4.- Los campos relacionales
Fijar nuestra mirada hacia las posibilidades de los diversos campos relacionales de la persona para poder comprender, cuáles son sus redes de apoyo, quiénes pueden apoyar o bien, entorpecer el proceso de duelo de la persona, por ejemplo, cuando no le permiten la expresión de sentimientos.
Uno de los factores importantes en todo proceso de duelo, y sobre todo, en duelos complicados y traumáticos, es buscar las redes de apoyo a las que la persona puede acudir y de quién puede sostenerse en estos momentos de sufrimiento y dolor.
5.- El “Darse Cuenta”
En qué momento del duelo se encuentra la persona, tiempo de la pérdida para intervenir para su apertura de nuevos ajustes creativos. Sí todavía no está lista nuestra función como terapeutas es solo estar acompañando, sosteniendo y permitir que se exprese como mejor pueda lograrlo, hasta que la tristeza, la aceptación se presenten para restaurar la funcionalidad del Self, movilizar la energía del ciclo de la experiencia, que observe sus formas de evitación del mismo y que logre más adelante poder nutrirse del campo nuevo y cómo realizar poco a poco los ajustes creativos que sean necesarios.
6.- Una actitud terapéutica de apoyo y presencia.
Al ser el duelo una experiencia humana todos terapeutas y pacientes la hemos vivido. Sabemos lo que es estar en ese lugar de tristeza, dolor, culpa, dispersión, falta de atención, sin figuras nuevas. El proceso implica una presencia y fenomenológica hacia el proceso en la consulta.
Es evidente que en la consulta terapéutica vamos a facilitar el cierre de la experiencia, sin olvidar, que se trata de un proceso y que cada persona cuenta con su propio ritmo. El acompañamiento es un ingrediente importante que nos acerca y nos facilita la formación de un vínculo de apoyo y comprensión. Sin prisa, sin forzar, sin desear la pronta recuperación.
Estrategias Terapéuticas que pueden apoyar el proceso de duelo
A.- Aceptación por los sentimientos y permitir su expresión.
La validación de los sentimientos apoya la expresión y la liberación de los sentimientos de pena, dolor, amor, odio, enojo darán como resultado un gran alivio para la persona. Permitir que se expresen sin censurar nada de lo que suceda con ellos.
B.- Redes de apoyo
Motivar a la persona que acepte y qué esté consciente que requiere de apoyos y compañía en estos momentos de su proceso cuando así lo requiera. Estas redes de apoyo generalmente son la familia y los amigos.
C.- El manejo de la escritura
Recomendar un diario de sentimientos.
Cartas de despedida.
Expresión de asuntos inconclusos. Lo no dicho. Lo no expresado.
Una escritura libre de desahogo sobre los sentimientos.
Escribir en momentos de desolación.
D.- Observar el autocuidado
No podemos descuidar todo lo que la persona ha dejado de hacer para sí misma en este proceso, alentar en todo momento, el cuidado personal: alimentación, sueño, ejercicio, descanso, ocio.
La autoestima se deteriora o no en este proceso de duelo que podría ser un factor de una depresión mayor, por tanto, los especialistas requerimos estar atentos a esas otras señales que el paciente nos presenta.
El abandono de sí mismo es un factor que tenemos que considerar para verificar si no existen conductas que requieran alguna valoración de otros especialistas.
E.- Proponer rituales
Verificar que requiere la persona hacer de manera simbólica para cerrar esa despedida, en la consulta, es posible utilizar la “Silla Vacía”, el dibujo, las fotografías.
Al mismo tiempo, cuáles son aquellos rituales que le gustaría realizar en su vida cotidiana para dar paso al cierre de la experiencia: misas, cartas, sembrar una planta, algo que simbolice un significativo para la persona.
Conclusión
Existen una gran cantidad de estrategias en la red que permiten el cierre de los duelos. Desde la mirada gestáltica comprendemos el proceso y vamos dando el acompañamiento necesario para el cierre de la experiencia. Nuestra mirada está en la funcionalidad del Self, los nuevos ajustes creativos, la nueva adaptabilidad a sus campos relacionales y, sobre todo, la creación del vínculo terapéutico sosteniendo en todo momento el sufrimiento y el dolor en el contacto del momento terapéutico.
“Todo pasa y nada es para siempre”
También existe una gran cantidad de libros de autoayuda que pueden clarificar estos procesos de los duelos y apoyar a las personas que nos consultan.
Te comparto uno, que yo he escrito y que me han ayudado en estos procesos de duelo en la consulta.
Cerrando Ciclos en Vida: Un camino hacia la libertad emocional
Puedes consultarlo en este vínculo
CEDES
Centro de Estudios en Desarrollo Humano
Formación de Terapeutas en Línea